Aprende a cuidar tu nuevo piercing con ocho consejos muy importantes y evitar infecciones en la cicatrización
Nada más hacerse un piercing lo normal es que la zona se enrojezca y se inflame. En algunos casos puede llegar a infectarse. Para evitarlo, existen algunos cuidados básicos que hay que tener en cuenta a la hora de ponerse uno. A continuación, te enseñaremos 8 consejos para cuidar tu piercing y evitar problemas con la cicatrización de la piel.
1) Lavarse las manos
Antes de tocar la zona del piercing es muy importante lavarse bien las manos con agua y jabón.
2) Retirar las costras
Una vez las manos estén limpias, hay que humedecer la piel alrededor del piercing para ablandar las costras que se hayan formado y retirarlas sin esfuerzo con la ayuda de un bastoncillo. Además, es aconsejable no apretarlas y tampoco arrancarlas cuando estén secas para no infectar la perforación.
3) Limpiar la zona con agua y jabón
Lavar bien la zona del piercing con jabón neutro y aclarar con abundante agua.
4) Emplear suero fisiológico
Una vez hayas retirado todo el jabón, rocía el piercing con suero fisiológico y asegúrate de que entra en el orificio, moviendo el pendiente para que entre la solución en la incisión. Posteriormente se debe secar la piel con cuidado. Se puede utilizar una gasa esterilizada o un bastoncillo, pero no las manos, toallas o algodón, ya que pueden facilitar que la herida se infecte.
6) Aplicar algún desinfectante
En caso de que se sospeche que el piercing puede estar infectándose, Martínez recomienda añadir algún desinfectante como la povidona iodada. En cambio, no se debe poner alcohol o agua oxigenada sobre la perforación porque puede retrasar la cicatrización.
7) No ponerse ropa ceñida, ni quitarse el piercing
No conviene utilizar ropa ceñida, elementos que rocen el piercing o puedan incluso desgarrarlo. Tampoco es aconsejable quitarse el piercing original hasta que cicatrice y cierre la herida. Si por cualquier motivo no te queda más remedio que hacerlo, intenta tener otro de reserva, de un material no metálico, para que no se cierre el agujero.
8) Evitar el uso de cremas y baños en piscinas
No conviene extender maquillaje o cremas sobre el orificio. Tampoco es recomendable bañarse en piscinas o los spas, puesto que el cloro es muy malo para la curación.
Si a pesar de todos los consejos anteriores el piercing se infecta, la farmacéutica explica que hay dos opciones:
Quitar el piercing y curar la incisión con el método normal de desinfección: si se quita el piercing se puede volver a poner, pero hay que darle tiempo a la piel para que se renueve totalmente.
Cambiar el piercing por uno de titanio puro y desinfectar: el titanio favorece una curación más rápida.
¿Quieres hacerte un piercing y resides por Bilbao? Pásate por nuestro estudio de tatuajes y piercings, Cleyviton Estudio.